Características de las personas auténticas
En nuestra sociedad y en nuestro entorno es cada vez más difícil encontrarnos con personas que sean auténticas, la falsedad y la hipocresía están a la orden del día en todos los niveles, desde las amistados, el mundo laboral e incluso llegando al mundo de la política.
Casi todo son poses estudiadas para conseguir ciertos objetivos y una vez conseguidos se puede llegar o no a mostrar la verdadera cara. Por eso, cada vez son más valoradas las personas que vamos a calificar como auténticas, aquellas que se muestran tal y como son y en las que todo es transparente. A pesar de que podamos pensar que este tipo de personas pueden llegar a fracasar por ser precisamente de esta manera desde aquí os proponemos todo lo contrarío, son los verdaderos triunfadores de la vida, las personas auténticas, de verdad.
Pensemos en los músicos que más gustan al final, los que más duran en el mundo de la música. Son los auténticos, los que hacen sus propias canciones, los que se lo han trabajado desde abajo para llegar alto y continúan fieles a sus principios, sin embargo aquellos artistas que aparecen de repente vendiendo millones de discos, en los primeros puestos de las listas de ventas y que al poco desaparecen como una estrella fugaz podemos equipararlos con aquellas personas que no son auténticas sino un producto de lo que creen que deben de ser ante los demás, un producto de esta Sociedad completamente desechable.
Por eso debemos de luchar por ser personas auténticas, hagamos una autocrítica y reflexionemos hasta que punto somos realmente personas auténticas en todas las esferas de nuestra vida.
Para ello os presentamos una serie de rasgos que diferencian a estas personas de las demás. Si tienes algún conocido con esas características, ´conviértelo en uno de tus mejores amigos porque nunca te va a fallar, eso sí, si tu no le fallas.
No se trata de que sean personas llenas de virtudes y todo un ejemplo a seguir sino personas que son congruentes con aquello que piensan y sienten y lo demuestran en cada momento de su vida, estén con quién estén o en la circunstancia que sea.
Hay estudios que demuestran claramente que como interlocutores respondemos mucho más rápido y más favorablemente ante sonrisas verdaderas que ante sonrisas fingidas, esto nos llama a aprender a ser personas auténticas en cada momento quitándonos uno de los mayores miedos que nos ha inculcado esta sociedad, el miedo al qué dirán.
Tengamos en cuenta que la mayoría de depresiones y ansiedades vienen de la mano de este problema de la autenticidad. Las personas que reprimen lo que llevan dentro para mostrarse como se espera de ellos más que como realmente quieren ser son víctimas de estos problemas psicológicos y emocionales y está demostrado que cuando, con ayuda de especialistas consiguen aprender a sacar lo que verdaderamente llevan dentro, vestirse como les gusta, escuchar lo que les gusta, hacer lo que les gusta verdaderamente y comportarse, no como han aprendido, sino como realmente les nace, comienzan a escapar de los síntomas de la depresión encontrándose con un mundo nuevo en el que poder expresarse sin límites.
Las personas auténticas tiene una alta autoestima, son conscientes de sus imperfecciones y vulnerabilidades y no tienen miedo a mostrarse tal como son. Comparten sus creencias y formas de pensar sin el miedo al que dirán y sin querer convencer a nadie ni tampoco dejarse convencer, escuchan a los demás sin problemas y con tolerancia y respeto, no tienen miedo al fracaso, asumen sus propias responsabilidades sin buscar culpables y no juzgan a los demás.