Cómo es un terrorista psicológicamente
Lamentablemente las noticias hoy en día están llenas de atentados terroristas perpetrados por personas de una aparente normalidad en su día a día, muchas veces conviviendo entre aquellos a los que mas tarde va a atacar.
Cuando vemos a estos terroristas llamados suicidas capaces de quitarse la vida para matar a otras personas y sembrar el terror y muchas veces en nombre de alguna religión, nos preguntamos que es lo que ha podido pasar por la cabeza de esa persona para poder llegar hasta ese punto.
Vamos a intentar buscar respuestas desde el punto de vista de la psicología para poder entender un poco cómo alguien ha podido llevar su vida hasta ese extremo, hasta convertirse en un terrorista convencido de que lleva toda la razón.
Sus actos completamente irracionales llevan a pensar a que estas personas sufren algún tipo de patología psicológica y eso es lo que vamos a intentar de esclarecer.
Empezaremos aclarando este último punto ya que no se trata de personas psicópatas o con alguna enfermedad mental, por lo tanto no se les puede quitar de la posibilidad de ser enjuiciados por ese hecho ni mucho menos.
Ellos, los terroristas, son completamente conscientes de sus actos, de lo que han cometido o de lo que van a realizar por lo que no hay en ningún momento ninguna posibilidad de pensar que se les ha nublado la mente o algo así.
Lo que si pueden tener es algún tipo de patología política o social que les lleva a tener un odio mas allá de lo imaginable hacia un sector de la población entre los cuales siembran el terror.
Esto puede ser inducido de forma perversa por otras personas en cúpulas superiores de su sociedad, que jamás se inmolarían, y que de esta forma reclutan a gentes capaces de hacer cualquier cosa contra su enemigo, unos soldados difíciles de parar que nos recuerdan a los kamikazes de la aviación japonesa en la II Guerra Mundial.
En cuanto a su perfil psicológico, el terrorista suicida no se siente culpable de ninguna manera por sus actos, mas bien al contrario se sienten orgullosos de ello.
También aparece en ellos el llamado pensamiento dicótico en el que o estas con ellos o eres su enemigo. Esto convierte a una gran cantidad de la población mundial en sus enemigos y es por eso que cometen sus barbaridades en cualquier parte del mundo sin problemas.
El terrorista no mata por matar ya que tiene unos motivos que van mas allá del poder sembrar terror entre sus enemigos pudiendo llegar a creerse un salvador de su pueblo, de la sociedad a la que pertenece.
Suelen ser varones jóvenes de entre 20 a 35 años de edad que no han podido adaptarse a la sociedad y encuentran en esto del terrorismo una forma de vida que les llena llegando a ser el orgullo de sus familias.
Lo peor es que muchos de ellos son nacidos en occidente donde no se sienten adaptados y encuentran en este tipo de grupos el apoyo y la comprensión que necesitan fomentando el odio indiscriminado hacia quienes los rodean.