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Acompañando la invención

Publicado por Betina Ganim

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Ya en otro post les había empezado a hablar de un documental filmado en una institución que acoge, en el límite entre Francia y Bélgica, a niños con dificultades psíquicas complicadas, graves. Y también les conté acerca del deseo de la directora en relación a cómo hacer; o para qué hacer esta película.

Hoy me gustaría detenerme un poco en el título del film, que no es para nada caprichoso; de hecho es «lacaniano», y ya les he comentado que la ética que subyace a todas y cada una de las intervenciones de los operadores que trabajan con esos niños; es la ética de la singularidad. Tal es la orientación que conduce el trabajo de los operadores en esa institución: el discurso psicoanalítico de orientación lacaniana.

“A cielo abierto” es un aforismo que Jacques Lacan introduce en su Seminario 3 sobre «Las psicosis», en los años «50. Un aforismo que ilustra muy bien los efectos de Forclusión en la estructura subjetiva: para no meterme con el concepto de Forclusión, en este sentido solo quería decir decir que en las psicosis no hay represión (como en las neurosis)sino que el mecanismo que opera es la forclusión, dejando un agujero en el plano de lo simbólico. El orden simbólico es justamente lo que hace que compartamos un código común, una lengua común.

Ahora bien, en la psicosis todo queda a cielo abierto, se trata de una apertura en el mundo subjetivo que resulta insoportable y conlleva sufrimiento. Por ejemplo las voces que asedian al sujeto, que lo implican, que lo conciernen, se ven muy bien estos fenómenos en el film, ya sea en la niña o en el niño que se tapa los oídos, o en las hilachas delirantes presentes en el niño que dibuja las historietas:“las voces en la cabeza”…

Lacan se refiere en ese seminario a un paciente del que dice que «hacia jugar a cielo abierto el inconsciente», con esta frase se refiere a los efectos de la forclusión.

Desde este punto de vista, es más fácil de comprender fenómenos tales como las alucinaciones como los retornos en lo real, por el agujero que hay en lo simbólico, y el desastre imaginario que provoca (cuerpo). Es alrededor de este agujero que el psicótico intentará reconstruir su mundo.

Y si bien se trata de el abordaje de niños, esto nos enseña sobre la psicosis, sobre el sufrimiento, pero también sobre la invención singular de cada uno con ese agujero.

No se trata de educar, ni se trata de adoctrinar, ni es un tema de normas para todos; se trata más bien de acompañarlo en su propio camino, en su propia invención, se trata del ver qué para luego apuntar al cómo en particular. Mediante palabras o mediante creaciones (simbólico-imaginarias) se trata entonces de acompañar en la invención de un saber hacer con eso que le resulta insoportable (lo real).

La preguntas que los operadores les hacen a lo niños, no tiene una orientación hacia el prejuicio inicial de la directora: que al trabajar orientados por el psicoanálisis sentarían a los niños en un diván y le preguntarían sobe del padre y la madre…Esas preguntas tienen más bien una orientación hacia el hacer.

FUENTE: Entrevistas a Mariana Otero y Libro de entrevistas «A cielo Abierto», 2014.