Amor de Transferencia y Falta
El debate en torno al amor de transferencia se podría ordenar de la siguiente manera: el fenómeno como tal de «amor de transferencia», la tesis de que el amor de transferencia era de naturaleza ficticia, falsa, desplazada, repetida, fracasó. El fenómeno de amor que conlleva es igual que cualquiera de los amores por el mundo. Es ahí que se constituyó el problema, porque los amores en el mundo son contingentes, se dan a veces, con determinadas personas, y está lleno de requisitos y de detalles muy precisos y exquisitos, sobre todo eso:detalles, «divinos detalles».
Y en un análisis parece que se produce el fenómeno como si fuera una máquina automática, una maquinaria que funciona por sí sola. Si una persona empieza un análisis, si efectivamente lo empieza (en el sentido de que hay una entrada en análisis propiamente dicha)y si ese análisis marcha, si funciona, y se va desarrollando todas esas secuencias delas que hablamos se abren a partir de la interpretación (que el mismo Eric Laurent llama «interpretación preliminar») empiezan a haber esos fenómenos de amor de transferencia, que son idénticos a la descripción de los amores del mundo.
¿Cómo puede ser que se produzca eso? Ningún rasgo imaginario del analista puede explicar la cuestión; es decir que no tiene que ver con lo imaginario, sino con otro registro. Porque si una persona se enamora del psicoanalista porque de casualidad tiene el mismo rasgo de lo que fue un objeto de amor, un rasgo cualquiera, eso podría pasar en un caso de muchos.
Pero lo que testimonian los analistas es que eso ocurre siempre. ¿Cómo resolver eso? Porque como fenómeno, es exactamente igual al del amor; no se trrata de un amor de «segunda»; es igual. Esto es lo que Lacan sostiene en el Seminario 11 («Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis», 1964). Y es una respuesta que le llevó mucho tiempo a Lacan articularla, cómo articular esas dos cosas que ocurren en la clínica. La noción que permite articular el amor con la transferencia es la noción de «FALTA».
Entonces, esto permite articular el por qué en el cierre del inconsciente, en ese tope del que les hablé en posts anteriores, por qué aparece este amor en ese momento…Y Lacan sostiene que por la falta.
Al final de esa secuencia, se produce forzosamente este fenómenos de amor de transferencia. Y esto también permite explicar por ejemplo el fenómeno de amor con los sacerdotes o con los profesores y maestros. Porque a su manera, en su discurso, causa en el sujeto un efecto de división subjetiva que pone en juego al sujeto y la verdad. Claro que el psicoanálisis opera de una manera diferente con esa división subjetiva. Aun así, el fenómeno es el mismo.
El paciente de esta manera, en posición de «amante» en el sentido de que es el que está en análisis, dividido, precipita siempre una demanda, y nos es más que una demanda de amor: reclama la significación última que colme su falta, que solucione su división…
Y ¡alerta! que Lacan ya había indicado en «La dirección de la cura…» los peligros de responder a esa demanda…
FUENTE: INDART, J.C. Seminario «La Lógica de la cura»