¡Ay, qué dolor!
Desde bien pequeños aprendemos lo que es sentir dolor físico. Cuando aprendemos a andar, el afán por ser independientes por fin provoca, con frecuencia, caídas fruto del escaso control motor. Durante la infancia, nos caemos de los columpios y de la bicicleta. Y cuando somos más mayores, nos cortamos con algún cuchillo o tropezamos con […]