Psicología
Inicio Ansiedad Agorafobia y Ataque de Pánico

Agorafobia y Ataque de Pánico

Publicado por Malena

Temen hechos catastróficos los agorafóbicos

Agorafobia y Ataque de Pánico

Según el programa “Agorafobia” emitido ayer por el Canal de Cable Infinito; en Gran Bretaña, más de cinco millones de personas sufren de Agorafobia.

La Agorafobia es el miedo irracional a los espacios libres y a las muchedumbres, que no permite el desarrollo de una vida normal.

Es una afección que confina a quien la sufre a los límites de su casa o de su propia habitación y que le impide toda acción fuera del ámbito que le es familiar.

Por lo general tiene una posible explicación a nivel profundo de la personalidad, cuando se trata de experiencias tempranas familiares que provocaron en el pasado un monto de ansiedad imposible de canalizar adecuadamente y que se reitera en el presente, generalmente desencadenada por un hecho igualmente traumático que reaviva la misma situación.

La agorafobia es el mecanismo de defensa que inconscientemente una persona adopta para no caer en una depresión.

La poca tolerancia a la frustración y la poca capacidad para resistir la crítica se resuelve con la renuncia a cualquier intento, cuando el yo es débil y no puede enfrentarse al mundo.

Psiquiatras británicos utilizan terapias cognitivas para estos trastornos, con éxito aceptable, impulsando a sus pacientes a realizar conductas contrafóbicas y enfrentar así sus temores.

John era un exitoso empresario que luego de su divorcio quedó afectado de ansiedad. Su agorafobia comenzó el día en que tuvo un ataque de pánico cuando se vio obligado a atravesar un túnel del subterráneo. A partir de ese momento no salió más a la calle, permaneciendo encerrado en su habitación.

Any es madre soltera y desde hace seis años su pánico lo desatan los ruidos de la calle y sólo puede llegar hasta la esquina de su casa. Su sueño es acompañar a su pequeña hija a la escuela y al parque.

Refiere que tiene que cuidarse sola y se protege a si misma desde que recuerda, porque todos la decepcionaron. Recuerda aún la ansiedad que sentía cuando era pequeña cuando escuchaba los gritos de las peleas de sus padres.

Susan teme viajar y tiene fobia a las autopistas que es donde sufrió un ataque de pánico. Actualmente no puede viajar a ninguna parte y su fobia hace peligrar su matrimonio.

Los tres comienzan el experimento para curarse de sus fobias, mediante una forma de terapia que los obligará a superar sus miedos para demostrarse a si mismos que lo que suponen no sucederá.

En primer lugar el equipo terapéutico somete al grupo a un proceso de desensibilización, llevándolos a caminar por calles abarrotadas de gente, obligándolos a circular por las autopistas y a cruzar por túneles subterráneos.

La segunda etapa del tratamiento incluye un viaje en avión a Japón, que lleva doce horas de vuelo.

Los tres superan la primera etapa no sin dificultades y finalmente acceden a viajar en avión, a pesar de su enorme aprensión, motivados por el afán de curarse.

En ese país deben sortear muchos problemas y hasta se atreven a tomar el tren bala y hacer un viaje sin paradas que dura dos horas y media.

Finalmente, poco antes del regreso, el grupo recién se puede relajar y comienza a disfrutar del viaje.

John sin embargo, de vuelta en el hogar, vuelve a resistirse a salir, pero reconoce que tendrá que hacer el esfuerzo. Any en cambio puede acompañar a su hija a la escuela pero no logra aún salir de compras, y Susan puede viajar e incluso manejar por las autopistas.

No todos resuelven sus problemas totalmente, pero los tres han tenido la oportunidad de comprobar, que si enfrentan sus miedos no ocurre lo que pensaban.

Ahora entienden que cada momento es nuevo y que el recuerdo del pasado que se filtra en el presente, no es lo que está sucediendo ahora, y no tiene por qué suceder lo mismo.

Los tres deberán confiar en si mismos, en la vida y en los demás porque no hay nada seguro y nadie es perfecto y para poder vivir todos tenemos que asumir algún riesgo.