Ocúpate de ocuparte
Todos hemos conocido a alguien que, fuera de las ocupaciones laborales, no saben qué hacer con su tiempo. Cuando esas obligaciones cesan por vacaciones, despido, jubilación, o cualquier otra razón, se llenan de ansiedades, de aburrimiento, apatía, o depresión, en casos extremos.
Se ha demostrado que mantenerse ocupado disminuye considerablemente la probabilidad de contrarrestar estos trastornos tan poco deseados. No es necesario sobrecargarse con actividades, ni siquiera tiene que tratarse de actividades especialmente significativas. Para algunos, bastará con abrir el cuaderno de crucigramas, otros precisan de ocupaciones más activas como el deporte, o investigar en profundidad sobre algún tema de interés. Hay quien prefiere desarrollar las habilidades manuales y/o artísticas como la pintura, la música o la costura.Todo depende de las inquietudes personales de cada uno, las vocaciones, las predilecciones.
La cuestión es que el ocio tenga un carácter motivador por la razón que sea. Toda persona posee unas inclinaciones concretas, pero es cierto que algunas personas no logran dar con ellas por falta de información o de orientación. Por eso es muy importante que, desde la juventud, nos ocupemos de proporcionar experiencias que abran el abanico de posibilidades que tiene la vida. Cuantas más, mejor. Eso sí, habremos de ser cuidadosos con no mostrar ni escoger aquellos senderos que lejos de ser convenientes, nos empujan hacia la tristeza más insoportable. Nos referimos a las drogas, el alcohol, las conductas desviadas de cualquier tipo.
Sin embargo, también es nuestro deber apuntar los peligros de estar extremadamente ocupado. Hay quien se empeña en hacer cosas hasta caer exhausto. No tiene sentido, ¿verdad?. La realidad es que no saben disfrutar de la tranquilidad, del sosiego. Es más, es igualmente liberador saber no hacer nada. ¿Cuándo si no va tu cerebro a dedicarse a reflexionar sobre la vida de uno, valorar los aspectos necesarios para tomar una decisión, o entablar una conversación contigo mismo? Hay que encontrar tiempo para simplemente ser. En efecto, estamos ante otra ocupación, eso sí, denostadas en la sociedad actual.
Se sobreentiende, pero para los más despistados, anunciamos que no hay límite de edad, sobre todo por arriba, para que el tiempo de la vida sirva siempre para crear algo: un objeto, un pensamiento, un comportamiento, una iniciativa, etc. Por supuesto, emplear los esfuerzos y las energías en beneficio de los demás, para ayudar, para colaborar, cooperar, para proteger o contribuir, siempre es motivador por sí mismo. En realidad, nuestro papel más sustancial es participar de la trayectoria vital de otra persona. La motivación intrínseca mueve montañas y te hace capaz de superar tus límites. Es por esta razón que aquellos que disfrutan con su trabajo, dejan de considerarlo como tal, suelen ser más felices y positivos.
En resumen, resaltamos la condición terapéutica de ocupar el tiempo, pero de ocuparlo bien. Es un asunto de salud preventiva frente a los demonios mentales que nos acechan a diario. Una mente activa nos protege como el amuleto que más aprecies. No dejes para el futuro, ni siquiera el más cercano, nada que te apetezca hacer ahora. Lucha y trabaja ahora para alcanzar tus metas. Acepta el desafío.