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Obesidad y Nutrición

Publicado por Malena

Obesidad y Nutrición

Hay que prestar atención a la nutrición

En la actualidad existen innumerables dietas para adelgazar basadas principalmente en el consumo en más o en menos de proteínas, hidratos de carbono y grasas. Pero a la hora de elegir una forma personalizada de nutrición es conveniente tener en cuenta que no se trata de privarse de elementos que son indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo sino que básicamente significa aprender a comportarse de un modo diferente con la comida.

Comer bien es una conducta que se puede aprender e incorporar para siempre a nuestra personalidad, para que nuestro cuerpo esté bien alimentado y nuestro estado de ánimo no se altere por la privación.

Además, es importante recordar que la nutrición no se trata solo de lo que comemos, sino también de cómo, cuándo y por qué lo hacemos. Nuestro estado emocional, el entorno en el que comemos y nuestros hábitos diarios también juegan un papel crucial en nuestra salud nutricional. Por ejemplo, comer mientras estamos estresados o distraídos puede llevar a comer en exceso, mientras que comer en un ambiente tranquilo y relajado puede ayudar a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.

Lo mejor es comer lo que a cada uno le gusta y acceder a probar alimentos que no conocemos y que ayudan a una buena nutrición, para tener así la oportunidad de incorporarlos a nuestra dieta o de descartarlos definitivamente.

La ciencia de la nutrición ha avanzado mucho en estos últimos años y ha dejado atrás antiguos mitos como el de centrarse particularmente en las calorías de los alimentos para enfocarse en la conveniencia de focalizar las estrategias en los nutrientes.

Las combinaciones de los alimentos, la forma de prepararlos y la cantidad de ingestas en el día pueden modificar su poder engordante, por lo tanto las calorías no son el único elemento a tener en cuenta a la hora de iniciar un proceso de reducción de peso.

Además, es esencial entender que la nutrición es un proceso a largo plazo. No se trata de hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, sino de hacer pequeñas modificaciones en nuestros hábitos alimenticios que puedan mantenerse a lo largo del tiempo. Esto no solo nos ayudará a mantener un peso saludable, sino que también nos permitirá disfrutar de la comida y mantener una relación positiva con ella.

El cuerpo que tenemos es inteligente y tiene un sistema de autorregulación impecable, de manera que cuando iniciamos una dieta, si no tenemos mucho sobrepeso, se esfuerza en mantener el peso constante aunque comamos menos.

Este mecanismo es útil para la supervivencia en caso de no tener acceso a la comida en situaciones límite, pero cuando comenzamos un plan alimentario nos produce mucha frustración.

Las personas con mucho sobrepeso que se deciden a hacer una dieta, pueden consumir más alimentos que las de poco sobrepeso y sin embargo bajarán mucho más durante las primeras semanas. Esto significa que en realidad, todos aquellos que tienen que bajar de 5 a 10 kilos, habitualmente no son personas que ingieren grandes cantidades de alimentos, sino que suelen tener una vida sedentaria y una conducta alimenticia errática, comiendo a cualquier hora, cualquier cosa.

Comer ordenadamente, de cuatro a seis veces por día una comida saludable en forma moderada, intercalando mucho líquido, y haciendo actividad física todos los días, como mínimo treinta minutos, asegura un peso estable.

De tres a cinco veces por semana puede incorporarse un gusto extra, no dietético, en pequeñas cantidades, y esto no producirá alteraciones en la balanza.

Es aconsejable pesarse todos los días, porque es una manera de mantener el control de nuestras comidas que deberá ser variada y no centrarse en unos pocos productos.

Consumir más proteínas, como carne o sus derivados, es un buen recurso para bajar de peso, tiene más valor de saciedad, y son de más fácil preparación, además de requerir mayor consumo de energía para metabolizarse que los hidratos de carbono y las grasas.

La dieta que se considera más sana del mundo es la Mediterránea. Numerosas investigaciones comprobaron que disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes, la obesidad y las enfermedades coronarias.

La exposición moderada al Sol es beneficiosa para la salud. Comer acompañado mejora la digestión, favorece el sentimiento de pertenencia y disminuye el riesgo de comer para calmar la ansiedad; y practicar actividad física todos los días, son algunos de los pilares en que descansa un cuerpo saludable y armonioso.

Un cuerpo flaco puede ser inarmónico y no saludable si esa delgadez se debe a una alimentación insuficiente.

El deseo de ser delgado “como las modelos”, que pueden pasarse días sin probar bocado, o vomitando lo poco que comen, distorsiona la percepción de los jóvenes que se siguen viendo gordos aún con un peso por debajo de lo normal para su estructura y edad.

La influencia de la moda que fabrica talles tan pequeños que son imposibles de usar por personas de peso normal, tergiversa lo valores haciendo que lo normal se considere patológico y lo patológico normal.

Finalmente, es importante recordar que la nutrición es una ciencia, y como tal, está en constante evolución. Lo que sabemos sobre nutrición hoy puede cambiar en el futuro a medida que se realicen más investigaciones. Por lo tanto, es esencial mantenerse informado y estar dispuesto a adaptarse a nuevos conocimientos y recomendaciones.